Hacia un nuevo orden mundial (artículo de opinión de Antonio García Petite)

COMITÉ DE ARBITRAJE MUSULMÁN-CAM-

Hacia un Nuevo Orden Mundial
Antonio García Petite
Madrid, 02.01.11

No resulta fácil predecir la redistribución geopolítica del mapa para Oriente Medio, pero sin duda que los indicadores apuntan una nueva configuración de equilibrios, si no del campo de la geopolítica, si al menos de un diseño de un nuevo escenario social. El futuro debe ser analizado más que en términos de resultados, en clave de consecuencias. Tras las revueltas sociales el antiguo escenario no volverá a ser el mismo. Pero cuales han sido las causas que han motivado que en un momento determinado, hayan saltado por los aires las viejas estructuras de regímenes herederos directos del postcolonialismo. En mi opinión hay que remontarse a la época de la descolonización tras la Resolución de Naciones Unidas por la que se instaba a poner fin a los antiguos mandatos de los paises coloniales herederos del status quo de Mandato de la antigua Sociedad de Naciones. Tras esta situación los regímenes que surgen, lo hacen en muchos casos a la medida del momento político imperante en aquel escenario político del fin de la Segunda Gran Guerra, con un Consejo de Seguridad al frente de UN, que en el fondo, como tantas veces se ha definido, como sindicato de vencedores, trataban de asegurar un nuevo orden internacional a la medida de sus intereses. Tras la caída del Gran Bloque , que agrupaba a los países del denominado telón de acero, comenzó una primera configuración internacional del reequilibrio de fuerzas, pero en mi opinión reforzando , si cabe aún más, que en la etapa anterior, el sistema político imperante en el marco geográfico de Oriente Medio. Este, que denominamos viejo orden mundial, podemos entender hoy fenecido y su acta de defunción retrotraerla al cambio de orientación de la nueva administración norteamericana, y la aparición en la escena de nuevos actores tales como la influencia de Rusia y China en los nuevos foros internacionales. La cuestión como vemos, tiene una profundidad nada simplista, y por supuesto que no hay que analizarlo en clave simplemente de revuelta popular por unas mejoras sociales, aunque sin duda está en la base del movimiento popular como una de las primeras motivaciones.

Qué otros elementos confluyen en el escenario en presencia. ¿? En mi opinión, debemos contemplar este nuevo mundo en clave de avance social y tecnológico. Han transcurrido más de sesenta años y las estructuras se muestran caducas e inoperantes para el presente y futuro inmediatos. En primer término estamos en un contexto de comunicaciones avanzadas, donde todo esta on line y en tiempo real. La existencia de unas redes sociales de amplísima penetración y cobertura sociales, han determinado que las fronteras culturales e ideológicas se derrumben a modo de nuevo Muro de Berlín. Nos preguntamos como pueden gobernar ciertas élites de espaldas a la realidad vivida. Las redes sociales son capaces de transmitir en tiempo presente realidades no ya solo virtuales sino muy próximas y vividas.

En la base de ciertos movimientos revolucionarios o contrarrevolucionarios estabamos acostumbrados a que se nos vendiera el peligro de un enemigo de consecuencias nefastas. Hoy este viejo y tópico cliché se ha visto que no ha sido el detonante. En el fondo las personas, y los colectivos sociales, queremos vivir en un contexto de armonía, y paz, y disfrutar de una estabilidad y futuro sociales en democracia. No resulta entendible como unas sociedades pueden disfrutar de una situación de democracia y bienestar en tanto otras viven en situaciones de opresión y de desamparo social cuando los partenaires de las redes sociales han hecho desaparecer las fronteras y las ideologías en muchos casos. Esto me trae a la memoria, un pasaje de una biografía de Lenin que tuve ocasión de leer en mis años de juventud, recuerdo aquel pasaje que narraba la detención del líder revolucionario por la policía zarista, y al ser interrogado le preguntaban, oiga joven por que lucha usted contra un muro, a lo que aquel joven Lenin le contestó: "sí, un muro pero que pronto se desmoronará".

En este contexto de causas, está el capítulo de wikileaks, que se ha manifestado como el gran revelador de las miserias y vergüenzas políticas de muchos gobiernos. En un corto espacio de tiempo, y debido a las comunicaciones avanzadas se han puesto de manifiesto muchas de las trastiendas políticas, revelando o poniendo en solfa muchos de los estereotipos de los viejos guardianes de la ley y el orden internacionales. Aunque no entremos en el análisis del efecto wikileaks, si en una primera aproximación, para seguir contextualizando la valoración de lo que está ocurriendo, nuestra impresión es que nada es fortuito, es decir fruto de las leyes de la casualidad o la estadística, sino que los momentos que vive el mundo tendrán una transcendencia crucial que definirá en parte el nuevo reequilibrio de fuerzas y poderes en el mundo. No tiene futuro un mundo de desequilibrios, que a más de los cataclismos naturales, guerras etc., como el caso de Haití, por ejemplo, y guerras exportadas como el caso de Irak se puedan seguir manteniendo, por más tiempo, situaciones obsoletas y caducas como la que presentan ciertos gobiernos al dictado de determinados actores de la escena política internacional, sin olvidar un factor también crucial como es la crisis económica de trascendencia planetaria.

En definitiva un conjunto de factores o elementos que han hecho saltar por los aires como decimos viejas y caducas estructuras, que con independencia de los resultados de las revueltas populares, los efectos serán el día después, y este día después, ya no corresponde ser decidido en un despacho de una determinada forma geométrica, o foro internacional; corresponde a sus protagonistas en democracia y libertad.

Comité de Arbitraje Musulmán
Antonio Garcia Petite

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