Egipto, cuna del integrismo

Fuente: abc.es

Los Hermanos Musulmanes fueron los pioneros del islam político, pero han marcado distancias con Al Qaida

Desde su fundación en Egipto en 1928, la trayectoria de los Hermanos Musulmanes ha estado llena de sombras y leyendas, alimentadas por la clandestinidad que sufrió en muchos periodos de su corta historia, y por la personalidad dispar de sus dos principales representantes: el fundador, Hasan al-Banna, y el ideólogo, Sayyid Qutb.

En un primer momento, la actividad principal de la Hermandad se centró en las tareas sociales. Según Al-Banna, era necesario satisfacer primero necesidades de justicia social y elevar el nivel de educación, salud y prosperidad de los árabes para cambiar luego las bases mismas de la sociedad. Los Hermanos no nacieron como movimiento político, pero fueron los pioneros del islamismo tal como hoy se entiende: rechazo frontal de la influencia occidental e identidad entre religión y estado.

Su inmersión en la política fue pronto inevitable. A mediados de los años treinta fueron utilizados por el primer ministro egipcio, Ismail Sadqi, para hostigar a los británicos. La Hermandad se extendió por Palestina, Siria, Jordania, Líbano e Irak. A finales de los 40 se implicaron en la caída del Rey Faruq. La conspiración concluyó con el misterioso asesinato de Hasan al-Banna en 1949.

A comienzos de los 50 comenzaron sus contactos con los «oficiales libres» egipcios, que tomarían el poder en 1952 bajo el liderazgo de Nasser. El carismático líder pan-árabe no tardó en proscribir a la Hermandad. El gran ideólogo, Qutb, fue encarcelado y ejecutado en 1966. En los años 70 la Hermandad vivió un periodo de renovación interna. Trató de absorber al movimiento estudiantil, identificando revolución con islamismo, e incorporó a grupos radicales. En los años 80 experimentaron el éxito gradual de las tesis moderadas del fundador. La Hermandad veía lejos la toma del estado, y decidió crear un estado paralelo con una red de escuelas y ambulatorios, al estilo de las de Hamás en los territorios ocupados palestinos.

En el terreno intelectual, las grandes obras sobre el islam político de Sayyid Qutb —para muchos un iluminado— fueron y siguen siendo la pauta de la Hermandad. Qutb interpretó en términos tan ambiguos el sentido de la «yihad», la guerra santa del Corán, que su pensamiento es también fuente de inspiración para los grupos extremistas actuales, desde el Yihad Islámico hasta la red Al Qaida.

Hoy, la Hermandad se divide en dos gran corrientes: la que aboga por seguir trabajando en el terreno social —a la que pertenece su líder, Badie—, y la que pide la conversión en partido político, para acceder al poder en el marco de una sociedad pluralista.

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