Imam de El Algar: Una persona reservada que no hablaba español


Fuente: La Opinión (19/2/2010)

Todos los que conocen a Amin B. le definen como una persona "reservada". Llegó a Murcia en julio del año 2009. Antes, según su permiso de trabajo, había estado cerca de un año y medio en Toledo. Allí también ejerció como imán en una mezquita. Este verano llegó a la Región "para colaborar en la oración durante el Ramadán", señala el presidente de la Unión de Comunidades Islámicas, Mohamed Reda. Amín, sin embargo, no formaba parte del grupo de 23 imanes formado por el gobierno marroquí y enviado a España a través de la Fundación Hassan II. A pesar de llevar más de dos años en España, Amín no hablaba apenas español. "Su vida social estaba muy limitada. Él vivía en la mezquita y apenas se relacionaba con nadie de fuera", apunta Reda.

Tras extenderse el rumor de los abusos, la Junta Directiva de la mezquita optó por prescindir de sus servicios, por lo que Amín regresó a Marruecos. Fueron los encargados del Servicio de Información de la Guardia Civil los que, según fuentes próximas al caso, le localizaron en el país alauí y le convencieron para que se entregase. Varios agentes le recogieron el pasado martes en el ferry que llega de Algeciras y le acompañaron hasta la Comandancia de la Guardia Civil de Murcia, donde se entregó.

´No ha tenido un problema en 18 años dando clase´
En su declaración ante el juzgado, Amin atribuyó las acusaciones a una campaña "para quitarme de enmedio". Sin embargo, no dio más explicaciones sobre esa supuesta conspiración, aunque algunas fuentes apuntan a una batalla latente desde hace meses en esta zona del campo de Cartagena entre los partidarios de acercarse al Islam marroquí y una oposición más radical. En este sentido, su letrada, María Dolores Hernández, mostró su extrañeza porque estas acusaciones aparezcan "aquí y ahora". "Lleva 18 años dando clase, tanto en Marruecos como en España, y nunca ha tenido ningún problema", subrayó.

´Una especial afinidad con las niñas´

El imán encarcelado por abusar de cuatro niñas de seis a ocho años declara en el juzgado que su relación con las menores "eran las propias de un maestro con sus alumnas"

Amin B., el imán acusado de abusar de cuatro niñas a las que impartía clases de religión y cultura islámica en la mezquita de El Algar, ha mantenido su inocencia desde el principio. Tanto ante la Guardia Civil como en el juzgado, Amín aseguró que sus relaciones con las pequeñas "nunca han pasado de las propias de un maestro con sus alumnas". Una relación que, al parecer, él mismo definía como de especial "cariño y afinidad". Pero nada más.

La versión de las cinco niñas que han prestado declaración hasta ahora es diferente. Cuatro de ellas -con edades comprendidas entre los seis y los ocho años- le acusan de haberlas sometido a tocamientos, mientras que la quinta -la primera que se lo contó a su padre- señala que lo intentó pero que ella se opuso.

Amín, sin embargo, daba clase a un total de 40 niños -en diferentes turnos- de cuatro años en adelante. De ellos, sólo han declarado cinco. El resto, al parecer, prefiere que sus hijas no tengan que pasar por ese trance, ya sea por la vergüenza que supone para ellos, porque no creen que el imán haya podido abusar de las niñas o, simplemente, porque prefieren arreglarlo a su manera. "Hubo una reunión con los padres -señala Yusef, el imán de la vecina mezquita de Torre Pacheco-, pero la mayoría nos dijo que sus hijos les habían negado los abusos". Ahora, los agentes del Equipo de Mujer y Menor de la Guardia Civil (EMUME) deberán tratar de convencer a las familias para convencerles de que permitan testificar a los niños y saber si el número de víctimas puede aumentar.

Amín, que llevaba en Murcia desde finales del pasado mes de junio, era el responsable de conducir la oración y de instruir a los más pequeños en los preceptos del Corán. A cambio, cada miembro de la comunidad le daba "lo que podía". Los supuestos abusos, sin embargo, han indignado a la mayoría de los cerca de cien fieles que solían acudir los viernes a la mezquita de El Algar. "Duele mucho que estos actos vengan de alguien que viene del colectivo religioso -lamenta Yusef-. Confiar a tu hijo a una persona y que pase esto es algo difícil de entender".

Por eso, a partir de ahora, tienen intención de realizar una exhaustiva investigación sobre los nuevos imanes. "Vamos a estudiar bien su historial. Lo que nos preocupaba antes era evitar que se nos pudiesen colar los fundamentalistas, pero nunca habíamos pensado que teníamos que protegernos para esto", reconoce.

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